jueves, 29 de marzo de 2007

¿Un nuevo Losantos?

La verdad es que cuando comencé este blog nunca creí que iba a acabar hablando aquí de política, pero hoy, por pura casualidad, ha caido delante de mis ojos un artículo que no he podido obviar.
No conozco absolutamente de nada a Federico Quevedo, es la primera vez que leo algo suyo y supongo que valorar su trayectoria por un simple artículo de opinión es un tanto arriesgado, pero hay unos matices en su escrito que me recuerdan en demasía a la serpiente venenosa que tiene por lengua el señor Jiménez Losantos.

Ahí su artículo:

El Gobierno de la Mentira
Federico Quevedo
Sábado, 11 de marzo de 2006
Los españoles se merecen un Gobierno que no les mienta. La frase, pronunciada en las horas previas a la jornada electoral del 14 de marzo de 2004 por el actual portavoz del PSOE en el Congreso, Alfredo Pérez Rubalcaba, tiene enjundia. Y mucha. No sólo porque el dirigente socialista pervertía de una manera clara y notoria el mandato legal de no influir ni un ápice en la reflexión de los votantes, sino porque, además de eso, y a sabiendas de lo que vamos conociendo después, resulta chocante hasta un punto clamoroso que estuviera tan seguro de que el Gobierno del PP mentía, salvo que él supiera de primera mano la verdad. Es cierto que esa tarde del sábado 13 de marzo se producen las primeras detenciones, pero en condiciones normales cualquier responsable político con sentido común y respeto al Estado de Derecho hubiera esperado a las conclusiones policiales antes de hacer una declaración de ese tipo. Pero ni eran condiciones normales, ni quien realizaba semejante afirmación en nombre de las siglas de un determinado partido político mostraba respeto alguno por el Estado de Derecho. No podía ser así, porque lo que había ocurrido estaba perfectamente diseñado para tener unas determinadas consecuencias. El 11-M buscaba un efecto comparable en términos de reacción social a la que buscaron hace casi un siglo los que asesinaron a José Calvo Sotelo un 14 de julio de 1936: la caída de un Gobierno, el cambio de un Régimen.Entiéndase bien lo que quiero decir, y si hace falta antes de continuar lo afirmaré con total rotundidad: el resultado electoral fue absolutamente legítimo, y yo nunca diré -sin pruebas- que el Partido Socialista tuvo algo que ver en el atentado. Pero lo fácil, dos años después y a la vista de las revelaciones que han aportado al conocimiento de los hechos compañeros tan respetables y a los que tanto hay que agradecer como Fernando Múgica y Luis del Pino, es tomárselo a broma, hacer un par de gracietas para desautorizar sus investigaciones y limitarse única y exclusivamente a dar carácter de verdad oficial y dogma de fe lo que consta en el sumario del juez Del Olmo --en lo que conocemos-. Como si los jueces estuvieran investidos de la misma infalibilidad que el Papa cuando habla de Dios. De lo que vamos sabiendo, y no voy a detenerme en hechos que ya han sido relatados por terceros, la sospecha de que la instrucción del propio juez Del Olmo ha sido manipulada y conducida a unas conclusiones preestablecidas de antemano se hace cada vez más patente. ¿Imaginaciones mías? Les recuerdo a quienes sonríen en plan "¡qué cosas dice!", que en el sumario de los GAL del juez Garzón las revelaciones de la prensa tuvieron un papel esencial.Es curiosa la manera en que algunos de los informes que más luz podrían aportar a la investigación han desaparecido misteriosamente. Es sorprendente el modo en que los registros de las llamadas que recibió esos días Alfredo Pérez Rubalcaba se han borrado, de manera que nunca podremos saber el contenido de sus conversaciones con la juez francesa Levert o con Rafael Vera, el mismo Rafael Vera que esa tarde del 11-M compartía tiempo y confidencias con el general Galindo en la cárcel. Porque, si ninguno de ellos sabía nada, si realmente lo que ocurrió fue un atentado llevado a cabo por una célula de Al Qaeda que se suicidó unos días después en un piso de Leganés para que no les cogiera la policía, y todo ello como consecuencia de la participación española en la Guerra de Iraq, entonces, ¿por qué un destacado --muy destacado- dirigente socialista afirmaba unos pocos días antes a un grupo selecto de personas "no os preocupéis porque va a pasar algo que va a hacer cambiar las cosas"? Yo sé quién era, y ahora el sabe que yo lo sé -salvo que no lea este artículo-, y no crean que el asunto no me preocupa. Acomodarse en una única razón, en la verdad oficial, en la declaración puntual del Gobierno, es lo que muchos quieren que hagamos los que no estamos dispuestos a dejar que se pisoteen nuestras libertades y se atropelle el Estado de Derecho. Y no lo vamos a hacer porque se trata de nuestra libertad, porque se le debe a las víctimas el conocimiento de la verdad, y porque los ciudadanos tienen que saber que tres días después del 11-M votaron bajo la influencia de un engaño masivo llevado a cabo por el PSOE y una parte de los servicios de inteligencia heredados del felipismo.
Menos mal que él no dice (sin pruebas) que el PSOE tiene algo que ver en el atentado, porque cualquiera diría que líneas más abajo acusa a un destacado -muy destacado- dirigente socialista de saber que "va a pasar algo que va a cambiar las cosas". Si esa frase no es acusadora de tener implicación en alguna parte de la trama... que venga Quevedo y me lo explique.
Además, creo que repite unas cuantas veces que hubo un "engaño masivo llevado a cabo por el PSOE". Y parece que este hombre no haya visto las últimas noticias sobre los juicios del 11-M. Aunque claro, según él, los jueces están "pagados" por el Gobierno para que la resolución apunte hacia una autoría de Al Qaeda. A ver Quevedo, que en nuestro país gobierna Zapatero! No Bush!.
Por útimo sólo diré que a mí nadie me llevó a las urnas, y decidí yo sola ir a votar o quedarme en casa viendo la tele... sin embargo... me obligaron a ir a la guerra de Irak.
Punto y aparte.

1 comentario:

Mariona dijo...

Buenasss:

La verdad es que tenemos unos políticos que no nos los merecemos: nos hacen ir a Irak, a Afganistán, al Líbano...Nos llenan de chapapote las playas de Galicia y las de Andalucía. Dejan que se quemen los montes en Guadalajara y en Galicia, y se hunden fincas en el Carmel y se estrellan metros en Valencia. Encima apoyan a estúpidos (Bush) o a dictadores (como Fidel Castro o el rey de marruecos). Y todo ello son cortinas de humo para no hablar de lo que verdaderamente nos afecta: vivienda, educación, salud...

Yo lo tengo claro: mi voto en blanco.

PD: y el café sigue subiendo