viernes, 22 de agosto de 2008

'Complicadez' exacerbada...

A veces, y sólo a veces me doy cuenta de que soy excesivamente complicada. Y me doy cuenta porque me cuesta entenderme a mi misma (y me refiero a que me cuesta porque me paso más de 24 horas para intentar entenderme).

Estoy en una época de altibajos bastante marcada. Hoy estoy arriba, mañana estoy abajo y luego vuelta a subir.

Hoy estoy bien, gracias. Mejor de lo que cabía esperar. Y es por eso que hasta a mi misma me cuesta entenderme.

A veces creo que soy demasiado fría, que nada me afecta, o que si lo hace... me dura poquito. Otras veces siento que me hundo a la primera de cambio. Pero así soy yo. Supongo que iba incluido en el sobre de instrucciones que me entregaron al nacer. Yo, muy buena yo, se lo regalé a mis papás. Por eso yo mis instrucciones no me las llegué a leer nunca. No sé si ellos lo hicieron. Sospecho que mi madre les dio una leidita.

En fin... que después del día de ayer, el cielo parece que comienza a despejarse. Tal vez aún no brillará el sol, pero sé que lo hará, estoy segura de ello.

Creo que he descubierto uno de mis peores enemigos. Sí, sí, se llama incertidumbre. No me gusta. De hecho la odio. Yo quiero saberlo todo, todo y todo (como la niña de Catalana Occidente). Y si no lo sé... me enfado. Me enfado contigo, me enfado con el mundo y conmigo misma.

Ahora ya sé que carta tengo que tirar en la próxima baza. Y eso es lo que a mí me gusta. Ir sobre seguro. Tengo claro que si quiero algo tendré que luchar, jugar bien y no desfallecer (hasta que me canse de jugar contigo, o contra ti). Pero al menos sé que tus cartas están sobre la mesa.

Y hoy parece que no soy la misma persona que fui ayer. Las ilusiones (ilusionismos más bien, diría yo) se han ido. No las he tirado por la borda, ni mucho menos, pero las he dejado aparcadas en el armario, cerradas bajo llave. Me he guardado la llave en un lugar seguro, cerquita del corazón, por si alguna vez hay que volver a abrir el armario, quién sabe. Y ahora me siento mucho más cerca de ti, aunque parezca algo incongruente. Siento que los dos estamos enfoncando nuestras metas hacia un mismo destino: seguir siendo los que hasta ahora hemos sido y dejar que el tiempo nos lleve a donde quiera llevarnos.

También estoy segura de una cosa... de que no voy a perderte, al menos de momento. No creo que ninguno de los dos esté dispuesto a hacerlo.

Cierro esta concatenación de ideas que sólo para mi creo que tienen algún sentido con una de tus frases:

"Seguro que sabrás hacerlo bien, te conozco y sé que podrás"

Pues lo estoy haciendo, sí!

Por último, un vídeo. Nada tiene que ver con lo que ahora es, pero sí con lo que hace poco fue. Al fin y al cabo me recuerda cosas bonitas...


viernes, 8 de agosto de 2008

Cuando no puedes decir te quiero...

Ayer, de la manera más estúpida y banal que pueda uno imaginar me di de frente con una de esas 'verdades como templos'.

Una de esas de las que nunca has sido plenamente consciente y que cuando, de repente, alguien o algo te hace reconocerla piensas "es tan cierto... y nunca me había dado cuenta".

Pues ayer navegando en un foro leí un comentario de una mujer que hablaba de AMOR (así, con letras mayúsculas) y comentaba que cuando alguien está enamorado/enamorándose de otra persona y no es capaz o tiene miedo de decir 'Te quiero' es muy probable que utilice un 'Cuídate mucho' en la despedida, ya sea de una conversación o de una cita...

Y nada, que es una de esas 'verdades como templos' de las que yo nunca he sido consciente. Hasta ayer...